
La válvula EGR es un elemento del sistema de escape de los vehículos, encargado de la recirculación de los gases de escape del motor, para disminuir las emisiones contaminantes al medio ambiente.
Además, mejora la eficiencia del motor, no solo optimizando los gases, sino también, el consumo de combustible.
Por si no lo sabías, cerca del 80% de los gases atmosféricos están compuestos por nitrógeno. No obstante, cuando el nitrógeno convive con altas temperaturas y el oxígeno, reacciona generando NOx, o bien óxido de nitrógeno, el cual es muy nocivo para la salud de todos, planeta incluido.
Para contrarrestar esto, existe la válvula EGR, que devuelve parte de los gases de escape a la admisión del motor para contribuir a la combustión.
Al hacer reingresar los gases NOx a la combustión, cambia la composición de aire que entra al motor. Esto hace que la mezcla se queme más lentamente, disminuyendo la temperatura en la cámara de combustión en cerca de 150 °C. De esta manera, se reducen las emisiones de NOx.
En términos prácticos, la válvula EGR se cierra cuando el motor está recién andando y aún frío. En este contexto se requiere poco oxígeno, pero comienza a abrirse gradualmente, porque el motor comienza a agarrar temperatura. Cuando se requiere más potencia, vuelve a cerrarse para garantizar el ingreso de un aire más limpio a la admisión.
Eso sí, cuando la válvula EGR está abierta y manda aire a la combustión, dicha combustión expresará menos potencia, porque el aire retornado viene más caliente que desde el exterior y menos rico en oxígeno. Eso sí, ese motor, en ese momento, tendrá mejores emisiones hacia el medioambiente.
Para una explicación más gráfica, te dejamos este video de AutotécnicaTV:
En la actualidad, y con la norma de gases vigente, hay vehículos bencineros, y también diésel, que tienen válvula EGR para controlar sus emisiones.
En cualquiera de los 2 tipos de motores, la EGR se encarga de disminuir la temperatura de la cámara de combustión y mejorar la carga de emisiones contaminantes.
Existen varios tipos de válvulas EGR, los que te explicamos a en líneas generales, a continuación.
Actúa en un sistema presurizado o vacío, pero son accionados por medio de una señal de la ECU. Esta válvula es propia de los motores bencineros y el vacío se da de forma natural para atraer los gases de escape y regular su flujo.
Trabajan independientemente dependiendo de la forma de conducción, son más seguras y eficientes, pero más caras.
Tienen un solenoide y un sensor de retroalimentación. En este caso, la EGR recibe una señal desde la ECU para regular el flujo de los gases de escape.
Esta válvula requiere de la misma refrigeración que el motor y es parte de un sistema más complejo. Eso sí, al igual que la otra válvula que veremos a continuación, la refrigeración de los gases hace aprovechar mejor la recirculación dentro del motor.
Se ubica en el colector del sistema de escape y en el de admisión. Ahí captura gases muy calientes que podrían obstruir la admisión o el escape del motor.
Busca la eficiencia en la recirculación de gases, enfriándose antes de entrar al motor. En este caso, los gases se desvían después de pasar por el filtro de partículas diésel, también conocido como DPF, que tienen los motores petroleros.
En esta fase, el gas es de un flujo más bajo, pero prácticamente sin hollín, porque quedó dentro del DPF. Este gas se devuelve vía tuberías a la admisión.
Como la válvula EGR actúa en territorios poco amigables, caliente y con gases, se va desgastando poco a poco. Con ello, una de las fallas más comunes es la acumulación de sedimentos de los gases de escape que obstruyen las vías por donde la EGR retorna emisiones a la combustión.
También podría haber fallas en la propia válvula, cuya ruptura del diafragma, podría distorsionar el tratamiento de los gases por parte de la EGR.
Una válvula EGR se puede echar a perder por manejar a bajas revoluciones por minuto (RPM) o por mala mantención.
Cuando un vehículo circula excesivamente en la ciudad y a bajas RPM, el motor no logra calentarse lo suficiente. Esto compromete la expulsión adecuada de contaminantes, lo que se traduce en una acumulación de sedimentos tanto en la válvula EGR como en la admisión.
Problemas con filtros, lubricante o inyectores, dificultarán la correcta regulación del sistema de gases de escape.
Si no se cierra la EGR, el auto perdería potencia por ingresar aire mezclado con gases cuando no necesita.
Ojo, existe gente que busca bloquear el funcionamiento de la EGR para no perder rendimiento. Si bien eso funciona, lo cierto es que las emisiones del motor no se ajustarán a la norma y tarde o temprano podrías sufrir las consecuencias.
Lo correcto, además de hacer una revisión cada 20.000 o 30.000 kilómetros, es no andar siempre y mucho en ciudad. Sal a dar una vuelta en carretera o autopista en el auto.
Una mayor velocidad, a 3.500 rpm, podría descarbonizar el interior del sistema por donde se acumularían sedimentos, tales como las cañerías de retorno de gases, la admisión o el propio sistema de escape.
Como era de suponer, un problema con la EGR, puede generar algunos síntomas en el funcionamiento del motor, tales como:
Como te dijimos, la válvula EGR tiene una vida útil de que ronda los 100.000 kilómetros, podría ser un poco menos o un poco más, todo dependerá del tipo de uso del vehículo y qué tan bien conservado esté el motor.
Si no aplica hacer una mantención o limpieza, entonces toca reemplazar la válvula EGR. Sin considerar la mano de obra mecánica, solo en una válvula EGR podría costar lo siguiente:
El costo de cada una de las válvulas EGR para los distintos vehículos que te mostramos, dependen del año de fabricación, tipo, marca y modelo de cada uno. Cotiza bien la que corresponde con tu vehículo. Si tienes dudas, revisa el manual del fabricante.
Si bien la válvula EGR es la que tiene una vida útil más acotada, la falla podría venir además de otros componentes asociados a esta válvula, como lo son: